Os quería contar una cosa que ha pasado estas vacaciones y que me hizo pensar.
En la playa, Papajavi es muy de hacerte la zancadilla jugando y hacer que te caigas. Intentó hacerme que me cayera pero como odio la arena y llenarme de arena es lo peor que me puede pasar, me resistí y grité. Todo dentro del juego y entre risas.
Sergio no entendió la situación y lo único que veía era que estaban "atacando" a mamá, así que ni se lo pensó y salió en mi defensa. Aunque el "atacante" fuera papá. Se lanzó como una bala, con cara de preocupación sobre su padre y le tiró del pelo hasta que entendimos que es que estaba asustado y le dije que parara.
El pobre se enganchó a mí llorando.
Sobre todo yo me quedé muy impactada. No sabes lo que un hijo es capaz de hacer por su madre. Hasta enfrentarse a su padre...
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