10 de noviembre de 2013

Hoy pido perdón...

...porque reconozco que tengo un despertar dificil y si éste se hace de manera "traumática" estoy del revés todo el día. Perdón...

Hoy sábado, me las prometía tan felíz pensando en que, como ayer, los canijos dormirían al menos hasta las 9.30...ya veis que tampoco es que aspire a mucho más. Algo muy importante en lo que me ha cambiado la maternidad...me he acostumbrado a dormir mucho menos de lo que me gustaría. Aunque en cuanto tengo ocasión, destrozo la cama, como en los viejos tiempos. Y para eso siempre está Javi (gracias pollito), al que no le importa madrugar los fines de semana y entretiene a los canijos hasta las 10 o 10 y algo, para que yo pueda ceporrear un poco.

Bueno, que me desvío de mi mea culpa. Resulta que éstos han tocado diana a las 7 y algo, justo cuando ha llegado su padre de trabajar...y como era algo que no entraba en mis planes, me ha sentado peor que si me hubieran echado una jarra de agua fría. Les he gritado desde la cama que pasaba de levantarme y que se fueran ellos solos al sofá a ver dibujos. Por esto, pido mi segundo perdón...

Cuando ya he saltado de la cama, más cabreada de una mona, me he seguido desquiciando porque no me hacían ni caso. Yo es que, cuando me cabreo, entro en un bucle infernal en el que mi mala leche se retroalimenta y cada vez estoy más cabreada y más irascible y más fuera de mí y más me cabreo por tontunas.

El caso, que hasta que no se han echado la siesta después de comer, no hemos tenido un rato de tranquilidad, para tomar un café, internetear un poco, ver un capítulo de zombies (que, quieras que no, siempre anima...), no he superado el bucle-mala-leche. Y menos mal...porque no me aguantaba ni yo...

Todo el mundo me dice, que es normal que se pierdan los nervios, que son dos, que la edad que tienen es muy mala...quizá tengan razón, quizá también influye mi situación personal, no trabajar te acaba desquiciando, quizá me ha pillado en un momento hormonal complicado, no lo se. Lo que se es que últimamente cada vez más, me superan sus rabietas, sus lloros por todo, su insistencia en querer algo y quererlo ya, en que las cosas siempre sean como ellos quieren. Me supera no poder controlarlos, me supera el miedo a que se me vayan de las manos. No se gestionar todo lo que siento...y acabo explotando y pagándolo con ellos.

Lo que más me fastidia de todo, es que acabo el día con la sensación de no haber hecho más que regañarles, que gritarles, que estar enfadada, a Javi también le pasa...y de repente nos damos cuenta de lo grandes que están, de todo lo que han aprendido, de lo que han crecido en todos los sentidos...y de cómo lo repiten todo...Chache, me estás escuchando??! Chache, por qué vas a jugar y a sacar todo si ya hemos recogido??! Chache, recoge todo y punto pelota!!...y me doy cuenta del cuidado que tengo que tener. Que si grito, ellos gritarán. Que si me enfado, ellos se enfadaran. Que si les regaño, se regañaran entre ellos. 

Así que, vuelvo a pedir perdón...ser mama de gemelos, a veces se me va de las manos...Canijos, espero que si leeis esto cuando seais más grandes, me perdoneis y podais entender lo dificil que es criar y educar a un par de niños a la vez y que, sobre todo, os quede claro que hay que despertarme con tranquilidad y mucho mimo...y si podeis dejarme dormir más, mejor que mejor. Os quiero mucho!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos un comentario, nos encantará leerlo!