17 de noviembre de 2013

Adiós, chupete, adiós

Cuando, hace poco más de una semana, vi en la entrada de la guarde, un árbol de cartón, me pregunté qué estarían tramando...el equipo docente de la guarde de los canijos, no para de maquinar cosas. Cuando me enteré de que era el ÁRBOL DE LOS CHUPETES, pensé que mira tú qué buena idea, a ver si entre S.S.M.M. los Reyes Magos y el arbolito, conseguíamos deshacernos de tan adictivo artilugio antes de entrar en el cole de los mayores.
 
Según ha ido avanzando esta semana hemos visto cómo lo pintaban de blanco, le colgaban adornitos de fieltro y lo hacían cada vez más atractivo. Tanto que, Sergio nos sorprendió el viernes por la mañana con que quería dejar su chupete en el árbol de la guarde. Tanto Javi como yo nos quedamos sorprendidos...casi tanto como Marcos que, para no ser menos, dijo que él también quería dejar el suyo. Así que, salimos de casa, esta vez si "hacer cachán*" con los chupetes en su botecito. Javi y yo mirándonos incrédulos todo el rato...y los canijos, oliéndose el percal, apurando el chupete, dándole intensos y fuertes chupetones, como el que apura un cigarrillo antes de volver a entrar en la oficina...
 
La llegada a la guarde tuvo un puntito surrealista. Este viernes se celebró el día de la castañera y un grupo de padres y madres del AMPA y alguna profe, habían montado un decorado en el hall de entrada para recibir a los niños y estaban haciendo como que asaban castañas y cantaban canciones tradicionales de la castañera. Todo esto, vestidos como de pueblo, con mandilitos, pañuelos y zapatillas de cuadritos. Los niños, claro, al encontrarse el percal, casi que ni se acordaron de que íban a despedir a su tan querido chupete. Les colgamos unas cintitas y los pusimos en árbol. Los dos juntos. Sergio tan convencido. Marcos, no tanto, pero para hacerse el valiente, sin hacerlo notar...
 
La mañana en clase, la pasaron como todas, porque allí ya no usaban chupete para dormir la siesta hace mucho. Cuando pasamos a la salida por delante del árbol y viéron sus tetes, Sergio le dijo adiós tan contento y Marcos dijo que él quería el suyo...por suerte, los castañeros nos salieron al quite y, al distraerle dándole unas castañitas asadas, parece que dejó pasar lo del chupete. Segunda prueba chupetil del día, superdada. Ahora quedaba lo que a mí me daba más miedo...el momento de irse a la cama. Y además, Javi estaba trabajando de tarde, con lo cual me tocaba armarme de paciencia y ver cómo hacía para que ese momento no fuera tan traumático. Pero no fué para tanto al final. Sergio siguió en su línea de niño mayor y  ni lo nombró. Se acostó tan tranquilito. Pero a Marcos sí que se le vino a la cabeza y decía que él quería su chupete, que fuéramos a la guarde a por él. Su hermano le decía, con tono como de cansino, que el chupeeete está en el ááárbol! Y así, quejándose un poco, acabó quedándose dormido.
 
Y así hemos pasado el fin de semana. Ha sido mucho menos traumático de lo que nos habíamos imaginado. Han asumido perfectamente, que el chupete estaba en el árbol de los chupetes, que sería para otro bebé que no tuviera y que ellos ya eran unos niños mayores. Y sus papas taan orgullosos de sus canijos!!
 
Eso sí, desde aquí, quiero aprovechar para dar las gracias al gran invento que a mí me parece que es el chupete, por todos esos llantos calmados y momentos de tranquilidad que tanto a los canijos como a nosotros nos ha dado. Y también agradecer, claro, al equipo de nuestra guarde por tener la gran idea de poner el arbolito!
 
 
*Nota: Entiéndase "hacer cachán" por hacer canasta en el bote de los chupetes...lo de cachán viene, de jugar al baloncesto en el patio, en verano, y cada vez que encestaban, les decíamos...TACHÁN!!

 

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